«La Rebelión de Cisteil”.

Jacinto Uc de los Santos (Jacinto Canek) nativo maya de pureza étnica, encabezó el 19 de noviembre de 1761 en Cisteil, poblado ubicado cerca de la ciudad de Sotuta, Capitanía General de Yucatán, Nueva España (hoy Yucatán, México) una sublevación campesina en contra del sistema de encomiendas colonial, episodio histórico conocido como la “Rebelión de Cisteil”.

Jacinto Canek el instigador, llamó a los indígenas mayas a levantarse contra los españoles que dominaban la región, haciéndoles creer que su triunfo estaba escrito en el libro sagrado del “Chilam Balam”.

Los colonos españoles fueron atacados y Cisteil cayó en manos de los rebeldes mayas. El fraile Miguel Ruela, cura de la iglesia, escapó y pidió ayuda en Sotuta al capitán Tiburcio Cosgaya y Solís  quien de inmediato organizó una expedición punitiva para sofocar la rebelión. Sin embargo, al llegar a Cisteil, las fuerzas españolas fueron emboscadas y como resultado de la refriega que siguió, fue muerto el capitán Cosgaya y otros militares que intentaron inútilmente aplacar a los rebeldes.

En el templo parroquial de Yaxcabá –empotrado en el muro norte- se encuentra la lápida funeraria del capitán Tiburcio Cosgaya y Solís, uno de los caídos en la rebelión que acaudilló Jacinto Canek en Cisteil, y que en cierta forma dicho acontecimiento fue preludio de lo que ocurriría casi un siglo después, en 1847, cuando se inició la guerra de castas en Yucatán y que concluiría sesenta años más tarde

La victoria de los mayas en Cisteil fue efímera, ya que reforzadas las tropas gubernamentales al mando de Estanislao del Puerto, unos dos mil hombres del ejército español atacaron ese poblado la semana siguiente y ocuparon la plaza con un saldo de unos 500 indígenas y 40 soldados muertos.

Aproximadamente trescientos rebeldes, incluido Jacinto Canek lograron escapar y se refugiaron en las inmediaciones, de donde el líder maya fue aprehendido con parte de su gente en diciembre del mismo año de 1761.

Jacinto Canek, quien nació en el barrio de San Román en la ciudad de San Francisco, Campeche en 1730 (cuanto esta región peninsular pertenecía a la Capitanía general de Yucatán) fue conducido a Mérida junto con los otros rebeldes para un juicio sumario organizado por el entonces gobernador José Crespo y Honorato.

Acusado de rebelión y actos sacrílegos, ya que se dijo que Canek había tomado la indumentaria de la virgen de la iglesia de Cisteil para coronarse rey de los mayas, el rebelde Jacinto y sus acompañantes fueron ejecutados en la plaza pública el 14 de diciembre -menos de un mes después de la alzada

Todo esto con el propósito de que las penas sirvieran de escarmiento a la población maya de toda la región. Por ese entonces, la población blanca de Yucatán vivía atemorizada por constantes amagos de rebelión por parte de los mayas conquistados en el siglo XVI y sometidos desde entonces por sus dominadores. Posteriormente a la ejecución, el pueblo de Cisteil, íntegro, fue arrasado e incendiado por las tropas virreinales y finalmente cubierto de sal «para perpetua memoria de su traición».

Referencia: Wikipedia