Carlos Lico (cantante y compositor)

Carlos José Reyes Hernández nació el 2 de enero de 1933 en Izamal, Yucatán, hijo de don Luis Reyes Domínguez y doña Aurora Hernández Cárdenas, quienes a su vez eran familiares de dos grandes compositores yucatecos, Guty Cárdenas y Pepe Domínguez.

Desde muy pequeño, Carlos mostró un gran amor por la poesía y la música, por lo que cultivó su voz y aprendió a tocar la guitarra. Según sus propias palabras, esto no era difícil al crecer en un ambiente de seres que se sienten felices al alimentarse de su creatividad, de la alegría de vivir y la música, soñando con la gloria y el éxito.

Inició su carrera artística a principios de los años 50, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, al integrarse a un trío. Posteriormente pasó por varias agrupaciones más, como Los Tres Reales, Los Dante, Los Delfines, Los Embajadores, Los Modernistas, Las Tres Siluetas, Los Pao, Los Columbos y Los Vegas, con los que grabó dos discos de larga duración, uno en Londres y otro en Nueva York; en ambos él hacía las voces y tocaba guitarra, tumbadoras y trombón.

Después de varias giras por Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico, decidió regresar a México, en donde se dedicó a estudiar y a componer sus propias canciones.

Gracias a su tenacidad y al apoyo de Alfredo Marcelo Gil y Sergio Núñez Falcón, Carlos se dio a conocer como intérprete. De inmediato el público de México y Latinoamérica se enamoró de su voz y de sus magistrales interpretaciones a canciones como No, Adoro, Esta tarde ví llover y Tengo, de Armando Manzanero; Soy y Tú qué me das, de Paco Chanona, y Vete de aquí, de Héctor Meneses, por mencionar sólo algunas, que hasta la fecha permanecen vigentes en el gusto popular.

En su trayectoria como compositor, destacan las canciones Todos esos días, con Vikki Carr y Carlos Lico; Alma rota, también conocida como Cantinero, con La Sonora Santanera, Alberto Vázquez, Los Montejo y él mismo; Liliana, que le compuso a su hija y fue grabada por él mismo; Si no te quisiera, con Banda El Recodo, Vicente Fernández y Lucha Villa, y La Boa, que hizo en coautoría con Félix Reyna y fue grabada por La Sonora Santanera, Enrique Guzmán y Garibaldi.

Gracias a su voz privilegiada, con gran poder de volumen y amplio registro, los medios lo bautizaron como El señor de la voz de oro, y le otorgaron innumerables reconocimientos, tanto en radio como en televisión.

Asimismo, como autor y como intérprete recibió diversos homenajes y reconocimientos en toda Latinoamérica, y discos de oro y de platino por las altas ventas de sus grabaciones.

Durante su larga y prolífica carrera como intérprete, Carlos Lico grabó más de 47 LP’s y CD’s, y como autor, sus temas han tenido innumerables grabaciones, quedando inscritos en el cancionero de la música popular mexicana.

Después de varios años de luchar contra el cáncer, Carlos Lico falleció el 7 de noviembre de 2009.