William Abraham Dáguer (empresario y promotor deportivo)
William Abraham Dáguer es un destacado empresario y promotor mexicano de boxeo.
Murió a los 74 años de edad, víctima de antiguas dolencias que pusieron fin a la existencia de un hombre cuyo nombre fue sinónimo de trabajo y éxito en varios ámbitos, principalmente en el boxeo.
El día de su muerte fue despedido por cientos de personas de diferentes generaciones y orígenes que lo conocieron por su don de gentes y por darle a México y a Yucatán, a través del boxeo, renombre mundial.
Su labor permitió darle a México seis títulos del mundo y cinco campeones, entre ellos la primera pareja de padre e hijo monarcas del orbe de la historia: Los «Guty» Espadas.
Nacido en la sureña localidad yucateca de Halachó, el 8 de febrero de 1931, «Don Willi», como era cariñosamente conocido, fue descendiente de una familia de inmigrantes libaneses que con el trabajo como única arma, llegaron de esa zona del mundo para cosechar y sembrar fortuna en México.
Junto con su hermano Asís, estableció un emporio comercial que le redituó éxito empresarial y económico. Pero como toda gente especial, el dinero no era todo en la vida para él y buscó una opción alterna que le permitiera realizarse y esa opción fue el boxeo.
A principios de los 70 apoderó y dio trabajo a un voluntarioso boxeador llamado Héctor Mendieta, a través de quien conocería a su más famoso ahijado: Gustavo Hernán Espadas Cruz, «Guty Espadas».
Tras vencer a Mendieta en una pelea por el título estatal de peso mosca, Espadas se encaminó a una venturosa carrera que tuvo su más épica fecha la noche del 2 de octubre de 1976 en la «Sports Arena» de Los Angeles», donde en un electrizante, peliculesco combate, noqueó al panameño Alfonso López para conquistar el cetro mundial mosca de la AMB.
Con Espadas (1976-1978) inició su despegue que le llevó a tener otros cuatro campeones, Freddy Castillo (minimosca CMB 1978 y mosca CMB 1982), Juan Herrera (mosca AMB 1981-1982), Guadalupe Madera (minimosca AMB 1983-1984) y «Guty» Espadas jr. (2000-2001).
Fue con «Guty» jr. cuando logró un hecho histórico en el boxeo universal la noche del viernes 14 de abril de 2000 en Mérida, donde este púgil ganó el campeonato mundial pluma CMB al vencer al filipino Luisito Espinosa para convertirse en el primer hijo de un campeón mundial en imitar a su padre como tal.
Otro de los no pocos records que también tiene es el de haber pagado la mayor bolsa a un campeón mundial mosca, lo que ocurrió cuando se echó la puntada de promover la pelea en la que Miguel Canto defendió la corona mosca del CMB en diciembre de 1975 en esta ciudad ante el dominicano Ignacio Espinal. A Canto le pagó 160 mil dólares, cifra que, hasta donde se sabe, no ha vuelto a devengar campeón mundial mosca alguno, del organismo que sea, y que, según el libro «Misión Cumplida» del experto Eduardo Amer, le llevó a perder «hasta la camisa» esa noche, pese al lleno que se registró.
Amigo del también desaparecido dirigente panameño de la AMB, Rodrigo Sánchez Colón, de cuyo país fue cónsul honorario en Mérida, Abraham Dáguer fue sumamente apreciado en diversos estratos y por personalidades del boxeo mundial como Gilberto Mendoza y José Sulaimán.
Conoció y le dio 20 veces la vuelta al mundo llevando a sus ahijados a combatir y ganar dinero, aunque a diferencia suya, practicamente ninguno supo conservar y acrecentar su patrimonio.
Como todo hombre exitoso, William Abraham fue objeto de intrigas, conjuras, y envidias de quienes a diferencia suya no tuvieron los recursos para destacar y sí para exhibir su bajeza e impotencia de burda y vil manera. En este sentido, no faltó quien le atribuyera, incluso de su propia comunidad libanesa, malos manejos o que se «enriqueciera» del boxeo, actividad de la que no sólo no necesitaba un centavo partido a la mitad, sino que le hizo perder millones de pesos y muchos ratos de tranquilidad como los que sufrió con su rebelde ahijado Róger Arévalo constante «huésped» del penal meridano.
Ello le fue reconocido finalmente el 15 de marzo de 1997 cuando en un homenaje a su persona y a la de Canto, ambos ingresaron al Salón de la Fama del CMB en una fiesta organizada en un hotel meridano.
Ante Sulaimám y figuras como Julio César Chávez, Daniel Zaragoza y Freddy Castillo que dio un singular discurso de agradecimiento, Mario Abraham Xacur, a nombre de su padre, quien por problemas visuales que desde entonces le aquejaban, dirigió unas palabras de agradecimiento a nombre de William.
El futbol fue también beneficiado por Abraham Dáguer que tuvo a Yucatán con un pie y la mitad del otro en la Primera División cuando sus Venados de Yucatán perdieron la final por el ascenso ante el Potros-Neza, gracias a una discutida serie de decisiones del silbante Arturo Brizio, lo que degeneró en un broncón en esta ciudad.
También pretendió comprar a los Leones de Yucatán, pero su familia, al parecer, le habría pedido desistir de esa nueva empresa en la que no tenía necesidad de embarcarse.
«Antes de que William promoviera boxeo, nuestra fistiana ya había dado algunos pasos, pero tras la aparición de Canto, quien logra darle continuidad internacional e impulsar al boxeo yucateco para que se mantenga a ese nivel por mucho tiempo es él y nadie puede decirle que lo que hizo fue suerte o chiripa», afirmó en una entrevista a esta agencia en mayo de 1999 su ex asesor, Eric Germon González (quepd), quien admitió que «sin William yo no habría sido nadie».
Germon, su brazo derecho desde los 70 hasta marzo de 1994, murió subitamente en marzo de 2002.
Apenas el 20 de febrero pasado, el otro integrante de la exitosa tercia, Edilberto «Beto» Rivero, el mánager de sus púgiles, también dejó de existir. Con la desaparición de Abraham Dáguer concluye simbolicamente, pues de hecho ya había terminado, la página más brillante en la historia de la promoción del deporte local, protagonizada por un hombre que era una especie de «Rey Midas» y quien tuvo que seguir el camino que todos inexorablemente habremos de continuar. (Con información de Notimex)