Carlos Iturralde (futbolista)

Carlos Iturralde Rivero ha sido el mejor futbolista yucateco de la historia y quien fue conocido como un auténtico caballero dentro y fuera de las canchas.

Hijo de un ex gobernador yucateco y residente, al parecer forzado por causas políticas en Europa durante su niñez, donde tuvo su primer contacto con el fútbol, Iturralde Rivero tuvo quizá en su carácter y su bonhomía su principal obstáculo para trascender en un ámbito en el que ser bueno era, paradójicamente, algo malo.

Ex jugador del América, de las Chivas del Guadalajara, del Necaxa y del Atlante, entre otros clubes, Carlos Iturralde ha sido, hasta ahora, el único yucateco en ingresar la Selección Nacional, aunque para su mala suerte, una fisura en una rodilla le impidió jugar la Copa del Mundo de 1950 en Brasil.

El estadio más grande y más conocido de la Península de Yucatán.

Amante del contacto y la comunicación con el hombre, Iturralde Rivero incursionó en el periodismo donde publicó durante algunos años, cada martes, una columna en un desaparecido periódico local.

De muchos es conocida su trayectoria, pero el mismo se encargó de que no trascendiera un capítulo que fue sin duda su más grande aportación al futbol mexicano y en especial a los Pumas de la UNAM.

A mediados de los 70 contrató para la Universidad Nacional Autónoma de México, de la que fue entrenador esa misma década a un jovencito que poco después fue conocido como «El Niño de Oro» y posteriormente como el futbolista mas famoso de México: Hugo Sánchez Márquez.

Carlos Iturralde logró escribir dos libros y pasó, finalmente, sus últimos años en la capital mexicana donde alcanzó su esplendor profesional, aunque nunca dejó de reconocer que hubiera deseado volver a morir a Yucatán.