Marisol Sotelo Rejón es una de las diputadas más improductivas de la LXI Legistura de Yucatán, con ninguna iniciativa presentada y con escasísimas intervenciones en tribuna.

Esta diputada priista pertenece a diversas comisiones legislativas, como Vigilancia de la Cuenta Pública y Transparencia; Salud y Seguridad Social (vicepresidente); Desarrollo Urbano, Vivienda e Infraestructura, Para el respeto y la preservación de la cultura maya, y Cultura Física y Deporte.

Sin embargo, en ninguna de ellas figura ni da color. Más participación se limita a lo presencial y a ser, literalmente, levantadedos.

Actualmente es también secretaria general del comité estatal del PRI, pero llegó a este cargo como parte de las cuotas de género, no por méritos ni por su destacada trayectoria política.

De no existir las cuotas de género, ni por asomo estaría en ese cargo.

En el Congreso, como ya dijimos, sus aportaciones legislativas son nulas, y su único mérito es reír a carcajadas y platicas temas intrascendentes con el personal femenino del Congreso o con alguna despistada reportera.

En fin, Marisol Sotelo pertenece a la nueva generación del PRI, esa que ha salido tan mala con representantes como Roberto Borge de Quintana Roo o Javier Duarte de Veracruz.