José de la Luz Mena Alcocer (1883-1946)
Oriundo de Izamal, José de la Luz Mena nació el 2 de marzo de 1883. Realizó sus estudios en la Escuela “Perseverancia” bajo la dirección de su padre, don Tiburcio Mena, y los concluyó en la Escuela Normal de Profesores, donde se tituló de profesor de Educación Primaria. Fue catedrático del Instituto Literario del Estado, y propagandista durante los gobiernos revolucionarios del general Salvador Alvarado y Felipe Carrillo Puerto.
En 1916 publicó De las tablillas de lodo a las ecuaciones de primer grado, un libro innovador en el pensamiento pedagógico de la época y de utilidad para la enseñanza de los quebrados y las ecuaciones, en el que proponía la utilización de materiales como cartón, papel, cartulina, madera y lata para que los niños visualizaran estas operaciones.
En 1917, al lado de sus alumnos, fundó la revista Oriente como órgano de difusión de la primera Escuela Racionalista en Yucatán, ubicada en el suburbio de Chuminópolis de la ciudad de Mérida. En 1918, colaboró en la fundación de la Liga de Profesores del estado; además, fue parte del primer Consejo de la Universidad Nacional del Sureste. De marzo de 1922 a enero de 1923, ocupó el cargo de jefe del Departamento de Educación Pública. La pasión por el camino de las reivindicaciones sociales llevó a José de la Luz Mena a ser presidente del Partido Socialista del Sureste, y diputado local y federal en diferentes ocasiones. Entre sus muchas obras pedagógicas resaltan Educación racionalista. Doctrina y método y La escuela socialista.
Su padre, Tiburcio Mena, practicó durante cuarenta años el primer ensayo de educación racionalista en la Escuela “Perseverancia”, fundada en la localidad de Sitilpech, del municipio de Izamal, en 1888, con marcadas características racionalistas, incluyendo el anticlericalismo y los métodos activos. Fue allí donde José de la Luz obtuvo sus primeras enseñanzas, en las que adquirió una herencia libertaria, que permanecería en su esencia pedagógica y compromiso magisterial durante toda su vida y que plasmó en sus escritos.
En la Revista de Mérida de 1909 y en el Diario Yucateco de 1912, pueden encontrarse testimonios de los trabajos realizados por él siendo profesor en el Instituto Literario. En estas prácticas pedagógicas, puso a prueba varios de los planteamientos que conformarían la metodología y los preceptos de la escuela racionalista.
Falleció en la Ciudad de México en 1946.