Lucas de Gálvez  (1739-1792)

Lucas de Gálvez y Montes de Oca, nació en Sevilla, España en 1739. Fue Gobernador, intendente y capitán general de Yucatán de 1789 a 1792.

Como gobernante tuvo amplios poderes por contar con tres cargos: intendente, gobernador y capital general, es decir, tenía el mando civil, el militar y también era administrador del Rey.

Se le considera a Lucas de Gálvez en su tiempo como modernizador y urbanizador de Mérida y se le reconoce su amplia tarea en la búsqueda del desarrollo económico de la Península de Yucatán, por la construcción de caminos, así como las mejoras materiales en Campeche y Mérida.

Reconstruyó el muelle de Campeche, elemento de la infraestructura económica para impulsar el comercio marítimo. Construyó ampliaciones de los mercados de Campeche y de Mérida, así como los caminos a Mérida- Izamal, Mérida – Ticul y Mérida-Campeche.

También impulsó la actividad industrial de la región, introduciendo tecnología y equipo para mejorar la extracción del aceite de higuerilla, que por varios siglos sirvió para la iluminación de las principales localidades, así como la introducción de equipo para la industria alfarera que detonaría la actividad en localidades de la península como Ticul.

Fue asesinado en Mérida el 22 de junio de 1792, cuando se trasladaba en una calesa por la noche cuando retornaba a su casa.

Los historiadores coinciden en que, aunque era un tanto dado a jolgorios, juegos y amoríos, era hombre enérgico y directo que realizaba sus proyectos sin contemplaciones. Es uno de los primeros hombres en la historia de Yucatán que se preocupa por el progreso.

En junio de 1789 tomó posesión del gobierno. Activo, bien preparado y de notables dotes administrativas. La enciclopedia yucatanense enumera las obras realizadas por don Lucas de Gálvez: “Dándose cuenta de la falta de comunicaciones, se propuso establecerlas con la construcción de caminos, lo que no se habían atrevido a emprender sus predecesores; en tres años que duró su administración construyó el camino carretero hasta Izamal, el de la Sierra que casi llegó a Ticul y el de Campeche hasta casi ocho leguas de Mérida, o sea, a Chocholá”.

“Contribuyó al embellecimiento de la capital con la formación de tres calles y árboles para dar sombra a la calzada de paseo y que, aunque no muy extensa, (hoy, calle Ancha del Bazar), alegraba esa parte de la Ciudad. También estableció el alumbrado público con faroles de aceite de higuerilla. Acaso atenta a su actuación, la Corte lo ascendió a Brigadier. Asumió la protección de sus gobernados. No supo ser servil. Cuando quiso la Corte establecer un impuesto especial, por una vez, sobre las haciendas y por fanega de maíz en todos los pueblos, el Sr. Gálvez estuvo contra esa imposición y sus observaciones fueron atendidas. Hizo formar pósitos de maíz en todos los pueblos en prevención del hambre; fomentó el cultivo de arroz, tabaco por la Sierra y de higuerilla para la utilización del aceite”.

“En lo militar disciplinó las milicias, puso el presidio de Bacalar en condiciones de defensa y proveyó el oportuno pago de toda la tropa permanente. En lo político dividió la provincia en doce subdelegaciones para el mejor gobierno. Estableció en todos los pueblos de cierta importancia que eran más de doscientos, un juez especial subordinado al subdelegado, organizando en todos sus puntos la buena administración pública. Hizo dar debido cumplimiento a sus disposiciones encaminadas todas al buen gobierno y en todo guardó respeto a los derechos legítimos”. Otros proyectos bullían en su mente, como el de fomentar una marina mercante, cuando el cuchillo homicida de Alonso López dio al traste con todo.

En memoria de su buen desempeño como gobernante constructor y progresista está el mercado municipal que lleva su nombre y el monumento que está en la esquina de la calle 65 con 28 que se erigió para señalar uno de los caminos, el de Mérida a Izamal, que el gobernante construyó durante su administración y que se conoce como la Cruz de Gálvez.