Lorenzo de Zavala

(Tecoh, Yucatán, 1788-San Jacinto, Texas, 1836) Político e historiador yucateco. Hijo de Anastasio Zavala y de María Bárbara Sáenz, estudió en Mérida, en cuyo seminario de San Ildefonso tuvo la suerte de encontrar a Pablo Moreno, maestro de Filosofía y enemigo de la Escolástica.

En 1808, al ser invadida España por Napoleón, Zavala se incorporó a las juntas de San Juan, en la misma ciudad de Mérida, fundadas por el sacerdote Vicente María Velásquez, juntas que habían evolucionado desde un primitivo sentido religioso hasta ser una verdadera sociedad patriótica, con vocación popular, que a partir de 1813 publicó El Aristarco, de la que Zavala era su principal redactor. Éste fundó luego El Redactor y El Filósofo. Vocal de la Junta de censura de Yucatán (elegido el 25 de Julio de 1813), el 4 de mayo de 1814 fue detenido como liberal y encerrado en San Juan de Ulúa.

Liberado en 1817, aprovechó el encierro para estudiar inglés y medicina. En 1820 volvió a Yucatán, donde publicó el periódico El Hispano-Americano. Elegido diputado a Cortes por Yucatán (entre 1820 y 1822), tomó posesión el 25 de febrero de 1821. Al pasar por Cuba, publicó Idea del estado actual de la capital de Yucatán (La Habana, 1821). Parece que en Madrid concibió Zavala la idea de la independencia de América, con formas monárquicas y príncipes españoles. No obstante, ya en el verano de 1821 se fue a París, camino de México; para hacerse pagar el viaje concibió el disparatado proyecto de Moctezuma III.

Pasó de París a Londres, y por los Estados Unidos regresó a México, en donde fue elegido diputado al Congreso. Partidario de Itúrbide al principio, comenzó a distanciarse de él cuando vio que no era viable, y publicó el Proyecto de reforma del Congreso (México; 1822), folleto que obligó al Emperador a sustituir al Congreso por una Junta Instituyente, en la que Zavala representó a Yucatán, lo que no frenó la oposición de éste.

Más tarde redactó el discurso preliminar de la Constitución de 1824, y fue elegido senador al año siguiente. Fue uno de los fundadores del rito de York, con Poinsett y Ramos Arizpe, y fue nombrado gobernador del estado de México el 8 de marzo de 1827. Dio a luz el Manifiesto de los principios políticos del Excmo. Sr. D. J. R. Poinsett (México, 1828), y fue considerado, asimismo, el alma del movimiento del 30 de noviembre de 1828, que dio el poder a Guerrero, jefe yorkino, quién le nombró Secretario de Hacienda el 16 de abril de 1829 (se mantuvo en el cargo hasta el 1 de octubre de 1829), y le encargó una delicada misión en Yucatán.

Publicó el Manifiesto del gobernador del Estado de México (Tlalpam, 1829), y con el triunfo ulterior de los escoceses, el 25 de mayo de 1830, tuvo que marcharse de México, y se trasladó primero a Estados Unidos y más tarde a Europa. Regresó a Estados Unidos en 1832, pero la cambiante situación política hizo que se le devolviese el gobierno del estado de México, en 1833.

Aprovechó la situación para presentar un proyecto de supresión de monasterios y propiedades eclesiásticas, verdadero antecedente de las leyes de Reforma. A finales de 1833 tuvo que trasladarse de nuevo a Europa, momento en el que publicó Viaje a los Estados Unidos de América del Norte (París, 1834). A su vuelta a América, se dirigió a Texas, en donde poseía negocios de concesiones de tierras para los colonos norteamericanos, y a Coahuila, tomando parte en los esfuerzos secesionistas de Texas, cuya declaración de Independencia firmó el 1 de marzo de 1836. Elegido vicepresidente de la República de Texas, se mantuvo en el cargo hasta el 22 de octubre. Era partidario incluso de la anexión de Texas a los Estados Unidos; por ello, los mexicanos le consideran traidor, y los tejanos, por el contrario, le consideran campeón de la libertad.

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