Antonia Jiménez Trava (primera abogada de Yucatán)

La destacada jurista yucateca Antonia Jiménez Trava fue la primera mujer que se tituló como abogada en la Escuela de Jurisprudencia de la Universidad de Yucatán y que sentó varios precedentes en la equidad de género en la entidad y en México.

Fallecida a los 94 años, fue la primera mujer en México en presidir un Tribunal Superior de Justicia y de las primeras mujeres en Yucatán en ocupar cargos públicos.

Antonia Georgina Alemania Jiménez Trava nació en la ciudad de Mérida, Yucatán, en febrero de 1917 y fue la primera mujer que se tituló de abogado en la Escuela de Jurisprudencia de la Universidad de Yucatán, en julio de 1939.

Con la tesis profesional “La mujer y los derechos políticos y civiles”, Jiménez Trava fue pieza fundamental en la historia de México, por sus importantes aportaciones a la vida jurídica del estado.

Siendo estudiante de derecho, desde 1937 ejerció sus labores docentes en la Escuela Secundaria “Adolfo Cisneros Cámara” de esta ciudad.

En julio de 1941 se inició en la impartición de justicia laboral como secretaria de Grupo de la Junta de Conciliación y Arbitraje. Fue maestra de la Facultad de Jurisprudencia de 1948 a 1984 e impartió cátedras en la Escuela Normal “Rodolfo Menéndez de la Peña” de esta ciudad.

Fue directora del Registro Civil del estado, de febrero de 1958 a febrero de 1964, por designación del gobernador Agustín Franco Aguilar; descartó en las ceremonias matrimoniales la lectura de la epístola de Melchor Ocampo, por considerarla en discordancia con la situación socio-jurídica alcanzada por la mujer en México.
Fue presidenta de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, de febrero de 1964 a febrero de 1970.

De igual manera, fue catedrática de la Escuela Preparatoria de la Universidad de Yucatán de 1965 a febrero de 1971, presidenta de la Comisión Regional de Salarios Mínimos, ‘Zona 108 Mérida-Progreso’, de febrero de 1964 a febrero de 1970.

Asimismo, presidió la Comisión Electoral del Estado, de abril de 1970 a enero de 1971, y fue magistrada del Tribunal Superior de Justicia del estado de enero de 1971 a enero de 1976.

Fue directora del Instituto de Capacitación del Poder Judicial del estado, de abril de 1986 a julio de 1988, y entre otros honores tuvo a su cargo el discurso oficial en el acto organizado por los tres Poderes del estado al conmemorarse el 150 aniversario de la instalación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el año 1975.

Entre los múltiples reconocimientos por su aportación al mundo de las leyes recibió la Medalla Maestro Ignacio I. Altamirano, en 1984; la Medalla Eligio Ancona, en 1988, otorgada por el Gobierno del Estado de Yucatán.

Además de la Medalla Héctor Victoria, en 1991, otorgada por el Poder Legislativo y la Medalla Manuel Crecencio Rejón, otorgada por el Poder Judicial del estado de Yucatán, en 1992.